El Camino hacia el Socialismo EUA es el programa básico del Partido Comunista y fue adoptado en la 28ª Convención Nacional del 2005. Este documento, que da la guía estratégica para el Partido, permanece esencialmente intacto pero han sucedido cambios trascendentales en las áreas económicas y electorales del país y se necesita de un ajuste en los elementos del programa.
Como en otros programas previamente adoptados por nuestro Partido a través de los años (y por otros partidos comunistas de la época de Lenin) el principal objetivo del Camino hacia el Socialismo EUA, es el de trazar el camino a partir del presente hacia el socialismo en nuestro país. Este destaca tres etapas importantes de lucha necesaria para ir de aquí hacía allá:
El objetivo de la primera etapa es el de vencer al movimiento político de ultra-derecha que está dominado por un sector de los monopolios trasnacionales. Este movimiento ha dominado al gobierno, las vidas políticas y económicas desde finales de los años 70 hasta las elecciones del 2008. Para derrotar a la ultra-derecha se requiere una amplia alianza -y “un frente popular” – encabezada por la clase trabajadora, los oprimidos racial y nacionalmente, mujeres y jóvenes (las fuerzas básicas) y otros estratos sociales, las tendencias políticas y movimientos sociales, unido a las alianzas temporales con el sector más moderado del monopolio capitalista.
En la segunda etapa, el plan es el de limitar radicalmente el poder del monopolio como un todo, construyendo una “coalición antimonopolio” en una escala aún más amplia que la del frente popular, y esta vez con la clase trabajadora y todas las fuerzas centrales, ejecutando un rol aún mayor y sin la participación de ningún componente de los monopolios.
En la tercera etapa, el plan es el de ganar poder político para la misma constelación de las fuerzas sociales y de clase, lideradas por la clase trabajadora pero en una escala mucho más amplia de participación. La aspiración de esta etapa es la tomar el poder y construir el socialismo por parte de la coalición encabezada por la clase trabajadora.
El programa también incluye discusiones extensas acerca de los niveles de desarrollo de la economía y el resultado de los problemas sociales, la naturaleza y el papel de la clase trabajadora, el esfuerzo de los estratos sociales y la lucha por la democracia, el carácter de la “opresión especial” y el papel resultante de otras fuerzas centrales y de sus alianzas con las clases industriales y de todas las clases trabajadoras, el carácter de cada una de las etapas de lucha, incluyendo a un sector substancial del socialismo en Estados Unidos y de la naturaleza y el papel del Partido Comunista.
El cambio se ejecuta de manera rápida en nuestro país. Pocos meses después de que se adopta un documento, algunos detalles, por lo menos, habrán cambiado y serán fechados. Los reportes dados en cualquier Comité Nacional del Partido Comunista (NC) toman en cuenta mayores cambios durante el periodo previo. El reporte y la documentación básica para la Convención Nacional toma en consideración los cambios importantes ocurridos desde la convención anterior, incluyendo las proyecciones de desarrollo, las luchas y las políticas por al menos un par de años antes de otra convención, pero teniendo presente que la CN se reunirá regularmente y actualizará los acontecimientos ocurridos.
Pero la tarea y el propósito de programa básico del partido no es el de actualizar eventos entre convención y convención, como tampoco cubrir algún otro periodo determinado. Lo que intenta es presentar en general las mayores etapas cualitativas de desarrollo y lucha, incluyendo la batalla por el socialismo. De manera que en nada ayuda intentar ya sea revisar o editar línea-por-línea y actualizar el programa en cada convención, a menos que nosotros concluyéramos que nos equivocados en nuestra etapa de análisis estratégico y político, o con respecto a una de sus etapas, o que se haya presentado un inesperado giro en la lucha.
Cuando el país pase claramente de una etapa estratégica de lucha a la siguiente -cualitativamente diferentes- entonces será útil reexaminar el Programa y hacer cambios mayores. Una nueva etapa estratégica implica cambios cualitativos en la mayor parte de los aspectos sociales, políticos y económicos de la sociedad, que sólo podrán ser pronosticados aproximadamente antes de que estemos completamente en otra etapa. Por consiguiente es importante revisar cuando estemos en la posición de conocer todos esos nuevos acontecimientos y evaluaciones, lo que significan, y qué ajustes y afinamiento de detalles en la política táctica y estratégica se necesitan.
Creemos que todavía no nos hemos pasado de una etapa a la otra. Sin embargo, hay dos situaciones inesperadas que están afectando el Programa.
La primera fue el hundimiento del capitalismo en los Estados Unidos y del mundo en la peor crisis económica desde la Gran Depresión. Esta situación ha impactado duramente las vidas de todos los trabajadores y especialmente aquellos que pertenecen a los sectores más oprimidos de la clase trabajadora: los oprimidos racialmente y nacionalmente, los jóvenes y las mujeres. Esto ha impactado todos los aspectos de la vida económica, política, social e ideológica de nuestro país y de todo el mundo capitalista. El cómo y el por qué esto ocurrió y el por qué es tan profundo que ha abarcado a todos los estratos, está vinculado con el desarrollo del capitalismo monopolista de Estado en su fase de globalización, pasando a un estadio de de desarrollo que denominamos “Finacialización”. En este estadio, el sector financiero, bajo una nueva forma se ha convertido en el elemento dominante del capitalismo, a expensa de otros sectores. También es característica de esta fase, la desregulación del sector financiero y la introducción de derivativas altamente riesgosas.
Sin duda que la segunda ocurrencia fue la mayor derrota sufrida por la ultra-derecha en la elección del primer presidente afroamericano, Barack Obama, y la elección de un Congreso Demócrata. Esta victoria demostró que la masa de trabajadores blancos, puede votar a favor de sus propios intereses y rechazar el racismo. La administración Obama, con el apoyo de todas las fuerzas básicas, y especialmente del movimiento obrero organizado y muchos otros aliados, ha logrado progresos en casi todos los frentes de lucha, y frenar el deterioro de los años de dominación de la ultraderecha. Con ese mismo ímpetu ha comenzado a avanzar en una dirección progresista, aunque no tanto como muchos lo hubieran deseado.
Esto representa el comienzo de la transición del momento estratégico de la derrota de la ultraderecha (derrota que está lejos de ser total) hacia la etapa de reducir radicalmente el poder de los monopolios como un todo, algo que apenas ha comenzado. Cuando el país derrote definitivamente a la ultraderecha y entre por completo en la lucha antimonopolista, los movimientos tendrán un nuevo oponente principal en la lucha, y necesitarán una alianza más fuerte, amplia, estratégicamente más activa comenzando con la clase obrera, los sindicatos y otras fuerzas básicas.
Estar en un periodo de transición significa que hay nuevas potencialidades para avanzar y nuevos riesgos y dificultades que requieren movimientos rápidos hacia nuestra política estratégica y tomando en cuenta la naturaleza de tal transición, sus exigencias y sus tácticas. Muchas de las luchas, demandas y tácticas del período de transición, seguirán estando caracterizadas por el ciclo antiderechista, aún cuando surjan nuevas luchas, demandas e incluso victorias, con un carácter marcadamente antimonopolista. Nuestro documento básico para la Convención y especialmente el Informe a la convención, indudablemente busca introducir los correctivos correspondientes.
Durante un periodo de transición, siempre hay peligro de volver a la etapa previa de la lucha, debido a los contratiempos o a un simple cambio del equilibrio de fuerzas, desfavorable para la clase trabajadora y el pueblo. Encaramos ese peligro hoy. Debemos de tener cuidado de no desechar rápidamente la necesidad de mantener como nuestra estrategia principal la unidad en contra de la ultraderecha aunque se presenten oportunidades para la lucha antimonopolista. Nuestro objetivo principal es el de ayudar a mantener la unidad y la fuerza de la coalición popular en contra de la ultraderecha, conforme el movimiento vaya madurando, desarrollándose y creciendo, poniendo las bases para demandas más avanzadas y eventualmente para enfrentar totalmente las fuerzas monopolistas. Se requiere precisar claramente cuáles son los oponentes primarios durante el periodo de transición.
Sería de utilidad incluir un suplemento del Camino hacia el Socialismo EUA que consagrado a estos grandes acontecimientos -la crisis económica y la transición desde la etapa de la ultraderecha hacia la etapa del antimonopolio a través de la administración Obama, y las fuerzas estratégicas concernidas.
Si el Comité del Programa de la Convención y la Convención estuvieran de acuerdo con esta propuesta, proponemos que el nuevo NC designe una comisión para escribir dicho suplemento para ser agregado al programa.
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