
¡Ni un paso atrás en la defensa y en la solidaridad con los migrantes, sindicalistas, estudiantes y pueblo que lucha por sus derechos en Estados Unidos!
El Partido Comunista de Estados Unidos (CPUSA) y el Partido Popular Socialista de México (PPSM) expresamos nuestra más enérgica condena a la escalada de represión y violencia ejercida por el gobierno imperialista y ultraconservador de Donald Trump contra la población de Los Ángeles, California. Repudiamos categóricamente el uso de fuerzas policiales militarizadas y el despliegue de unidades de combate de élite, como los Marines, con el propósito de sofocar la legítima resistencia popular.
Los migrantes son trabajadoras y trabajadores honestos que aportan su trabajo para la economía y la sociedad de Estados Unidos, y de sus países de origen mediante el envío de remesas. Son parte integral de la vida productiva del país y, sin distinción de origen, color de piel o idioma, deben gozar de los mismos derechos fundamentales que amparan a todas las personas.
El gobierno federal de Estados Unidos, mediante políticas violatorias de los derechos humanos y acciones represivas pisotea el derecho a la vida digna de los trabajadores migrantes, mientras que la ultraderecha promueve discursos de odio, incita a la violencia y promueve acciones para justificar la represión estatal.
Denunciamos a Donald Trump como el fabricante del caos e incitador de la violencia en el territorio, generando crisis a favor de sus propios fines políticos, para lo cual transgrede las leyes vigentes incluso al interior de Estados Unidos. En su gestión autoritaria para militarizar al país y aplastar cualquier voz crítica, ignora deliberadamente las protecciones establecidas por las ciudades santuario y desacata la autonomía de los estados que han manifestado su oposición a las políticas de racismo y discriminación impulsadas desde el poder federal.
Es el propio gobierno federal de Estados Unidos quien infiltra agentes provocadores con el objetivo de generar violencia, criminalizar la protesta social y justificar la persecución de activistas y luchadores sociales. Llamamos a la enérgica y legítima protesta en contra de las redadas, persecución y deportación de migrantes, pero con la mayor organización y cuidado de no caer en las provocaciones orquestadas por el propio gobierno de Trump.
Ante la represión, nuestra mayor solidaridad. Alzamos nuestras voces y exigimos respeto a las personas migrantes, en particular a sus derechos como clase trabajadora a un empleo digno y no precarizado, a su libre organización sindical y al respeto pleno de su derecho a la protesta social.
¡Unidad, organización y lucha internacionalista por los derechos del pueblo trabajador y migrante!
“¡Proletarios de todos los países, uníos!”
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